Redes...

Humanidad digital

Una vez más me veo sorprendido por la Redes Sociales y su capacidad para desbordar humanidad. Y no, no soy un defensor de estos espacios digitales que amplifican la ambivalencia humana. 

Ya sé que la “Red de redes” puede servir para mantenernos “conectados” de tal manera que desconectemos de todo y de todos aunque pensemos lo contrario. Tampoco soy un defensor a ultranza de sus aliados los “aparatitos electrónicos”, aunque me fascina las posibilidades que ofrecen para generar “conexiones positivas”, conseguir encuentros y reencuentros, o como pueden ayudar a que las personas se movilicen para llevar a cabo cambios reales en favor de una sociedad embotada de injusticias. Y ¿por qué no?... para reírse un rato con el ingenio de alguno o alguna y “desconectar”, que a veces viene muy bien. El sentido del humor está bastante infravalorado en estos tiempos que corren, el sentido del humor no la frivolidad.

Que cada uno decida si quiere hacer de La Red un campo de opio para consumo personal y “comunitario” o cavar surcos en ese espacio digital basto y fértil para esparcir semillas con la esperanza de que den buen fruto.

Perdón, me desvié del tema. ¿Qué humanidad desbordada me sorprendió en las Redes Sociales?...

Magdalena Sánchez Blesa entró ayer en mi vida, sin que lo pretendiéramos ambos, a través del enlace de un vídeo de su cuenta de Facebook compartido en un grupo de WhatsApp al que me agregaron y no sé bien qué grupo es. Qué grande es el destino si es que existe.

Comparto en el blog este vídeo y el poema trascrito para que mi espacio digital quede impregnado de su hondura humana, y porque sé que volveré a tener sed de sus palabras.
  

Instrucciones a mis hijos
Jamás un conato de daros la vuelta
Jamás una huida, por muchos que sean
Jamás ningún miedo, y si acaso os diera,
Jamás os lo noten, que no se den cuenta
Jamás un “me rindo”, si no tenéis fuerzas
Aunque fuese a gatas, llegad a la meta
Que nadie os acuse… ¡miradme a la cara!
Que nadie os acuse de dejar a medias un sueño imposible…
(Si es que los hubiera)
Yo no los conozco,
Y mira que llevo yo sueños a cuestas
Jamás, y os lo digo como una sentencia, ¡miradme a la cara!
Jamás en la vida paséis por el lado de cualquier persona sin una sonrisa
No hay nadie en el mundo que no la merezca
Hacedle la vida más fácil, ¡miradme!
A cada ser vivo que habite la tierra
Jamás se os olvide que en el mundo hay guerra
Por pasar de largo sin gloria ni pena delante de un hombre
Y no preguntarnos qué sueño le inquieta
Qué historia le empuja,
Qué pena lo envuelve,
Qué miedo le para,
Qué madre lo tuvo,
Qué abrazo le falta,
Qué rabia le ronda,
Qué envidia lo apresa…
Jamás, y los digo faltándome fuerzas,
Si el mundo se para,
Os quedéis sentados viendo la manera de que otro lo empuje
Remangaos el alma,
Sed palanca y rueda,
Tirad de la vida vuestra y de quien sea,
Que os falte camino,
Perded la pelea contra los enanos
No sed los primeros,
Que os ganen los hombres que no tienen piernas
No sabedlo todo,
Dejad que contesten los que menos sepan
Las manos bien grandes,
Las puertas abiertas,
Anchos los abrazos, fuera las fronteras
Hablad un idioma claro, que se entienda
Si estrecháis la mano, hacedlo con fuerza
Mirando a los ojos,
Dejando una huella
Prestad vuestra vida,
Regaladla entera
Que a nadie le falte ni una gota de ella
¡Cantad!
Que cantando la vida es más bella
Y jamás, os hablo desde donde nazca
El último soplo de vida que tenga,
Jamás una huida,
Por muchos que sean…


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